Xavi no es el único que pone normas 'extrañas': Otros entrenadores con manías raras
No usar el móvil, prohibición a Piqué de ir al 'Hormiguero', a las 12 de la noche en casa... estas son algunas de las normas que ha implantado Xavi desde su llegada
El salvador del Barça (o el que debe serlo) ya está aquí. Xavi Hernández es el nuevo entrenador del Barcelona y si consigue trasladar a sus pupilos una décima parte del talento que tenía él sobre el verde tendrá mucho ganado. Para lograr los objetivos, la leyenda azulgrana ha optado por el orden, con una lista de normas que no han dejado indiferentes a nadie.
Todos los futbolistas tienen que estar hora y media ante de los entrenamientos para desayunar o comer juntos. El móvil está prohibido en el vestuario durante el descanso y en las previas de los partidos y los jugadores no tienen permitidos realizar ciertos viajes extradeportivos. Que se lo digan a Gerard Piqué, que no pudo acudir al Hormiguero a promocionar su Copa Davis.
Otra cosa extraña es que los jugadores deben dar la mano al staff y al resto de compañeros al llegar de manera obligatoria. Pero Xavi no es el único entrenador con manías raras. Recordamos a otros técnicos con normas cuanto menos extravagantes.
Estas normas al menos tienen algo de sentido, pero Daniel Passarela, por ejemplo, tenía una extraña creencia que no. Cruz al pelo largo. El exseleccionador argentino dejó fuera del combinado nacional a Fernando Redondo por llevar melena. También pronunció una frase que parece sacada de otro siglo: "No aceptaría a un homosexual en mi equipo".
Luis Enrique, por ejemplo, necesita un andamio para ver los entrenamientos de sus equipos, hasta el punto de hacer construir estructuras específicas en las ciudades deportivas por donde pasa. De esta manera puede observar mejor los dibujos tácticos y las jugadas de estrategia.
Carlos Bilardo también se hizo famoso por algo parecido. Prohibió a su equipo ofrecer agua al equipo rival. "Al enemigo, ni agua", gritaba. Fue en el Sevilla cuando esto salió a la luz. Ver para creer.
Aunque para peculiaridades la del exseleccionador francés Raymond Domenech. Amante de las ciencias ocultas, reconoció que hacía las convocatorias en función al horóscopo. Así, no se fiaba de los Escorpio, Cáncer y Libra, signos a los que consideraba "poco beneficiosos para el colectivo". Robert Pires, Ludovic Giuly y David Trezeguet pagaron la extraña manía de Domenech.