España se llevó una gran decepción en semifinales, porque tuvo a la favorita contra las cuerdas, al ir arriba 2-0, y porque los lusos fueron capaces de levantar la diferencia en el marcador.

Ahora a los de Fede Vidal les toca levantarse para acabar el torneo con el mejor sabor de boca posible. Un tercer puesto no va a aliviar lo cerca que tuvo España la final, en la que se hubiera enfrentado a Rusia, pero será una pequeña alegría para el combinado nacional.

Los enfrentamientos previos hablan muy a favor de España, que ha vencido en siete de los últimos ocho encuentros y ha empatado el otro. No hay color si miramos el cara a cara. Los ucranianos también vienen de un partido muy duro, por lo deportivo y lo extradeportivo que había en juego. Eso sí, los ucranianos nunca tuvieron a los rusos contra las cuerdas, aunque fallaron un penalti en los instantes finales que hubiera forzado la prórroga.

España es la selección más laureada de la historia del torneo, con siete campeonatos, dos segundos puestos y dos terceros. Vencer a Ucrania no será la alegría del año, pero servirá para añadir una muesca más al cinturón de España en los europeos, su patio particular.