Es posible que era Messi-Cristiano ya haya llegado a su fin. Pese a que el argentino es el vigente Balón de Oro, los números no engañan y nos exhiben una decadencia patente en las figuras que dominaron la última década del balompié mundial. A estas alturas de temporada, Messi suma siete goles, mientras que Cristiano se presenta con 15. Es cierto que ambos han sufrido lesiones y que sólo han podido disputar 23 y 31 partidos respectivamente, pero sería deshonesto no contar con que son sus peores cifras desde la temporada 2006/07.

Messi lleva sin marcar un gol desde el pasado 6 de febrero ante el Lille o lo que es lo mismo 412 minutos en un terreno de juego sin levantar los brazos. Ocasiones no le han faltado, pero el acierto no le acompañó como se pudo ver en el partido de ida de octavos de final de la Champions ante el Real Madrid fallando un penalti contra Courtois. En esta competición es donde Leo registra sus mejores números de la campaña con cinco dianas por las dos que suma en la Ligue 1.

Cristiano, por su parte, vio puerta por última vez con la camiseta del Manchester United el pasado 15 de febrero en un partido de Premier League ante el Brighton. En aquel encuentro, anotó un soberano golazo en el minuto 50 y desde entonces, los 'Diablos Rojos' han jugado 305 minutos con él en el campo sin que haya conseguido anotar. Se trata de una sequía muy importante para un jugador que es el máximo anotador de todos los tiempos y cuyos promedios siempre han rondado el gol por cada 90 minutos.

A buen seguro que las cosas pueden cambiar en las próximas fechas para ambos protagonistas con el trofeo que más codician, la Champions, en juego. Cristiano busca su sexta corona a lo largo de su carrera, mientras que Messi aspira a la quinta en sus vitrinas. Hablamos de números totalmente históricos si tenemos en cuenta que clubes como Juventus (2), Chelsea (2), Inter (3) o United (3) tienen menos Champions que ellos en su palmarés.

Si algo ha caracterizado a estos dos jugadores a lo largo de su carrera ha sido un espíritu de lucha indomable y que han sabido sobreponerse a situaciones adversas. Cristiano remontó una enorme desventaja en la carrera por los Balones de Oro a Messi, mientras que el argentino ganó un título con su selección cuando nadie lo esperaba (en la Copa América), donde nadie lo intuía (en Maracaná) y siendo el máximo protagonista. El fútbol, si algo nos ha enseñado, es que las sequías no siempre son eternas.