Cuando el bombo --caprichoso como siempre-- dictó sentencia, las miradas desde Chamartín se dirigieron de inmediato a Mbappé. Los prismáticos (solo así se puede ver la Torre Eiffel desde la capital de España) apuntaron a la estrella gala, el nombre que más ha sonado en los mentideros del madridismo en el último lustro.

Es precisamente por eso, por lo manido del caso, que en este artículo Betfair pondrá sus ojos en otro de los innumerables frentes que el choque de este miércoles nos depara. Y es que el picante está en el verde, pero también en los banquillos e incluso en el palco presidencial.

Florentino vs. Al-Khelaifi

Las directivas de Real Madrid y PSG no han dejado de rivalizar en los últimos años. Sus desencuentros en materia de fichajes han sido sonados, con cruces de declaraciones incluidos en el caso de Kylian Mbappé. Ni a Leonardo ni a la presidencia les agradó que el Real Madrid negociase con el galo y así lo han hecho saber en repetidas ocasiones. Los cantos de sirena que de Madrid habían llegado a oídos de Pochettino y Neymar tampoco ayudaron.

Las distancias son a día de hoy insalvables. Las posturas respecto a la creación de la Superliga fueron tan diametralmente opuestas que ha afectado a sus dos máximos representantes. Florentino Pérez y Nasser Al-Khelaifi están en un punto de no retorno y ninguno quiere escuchar hablar del otro. La fría comida entre directivas que tuvo lugar en París hace tres semanas fue el mejor ejemplo.

Florentino sigue empeñado en que el megaproyecto europeo siga adelante. Pero su homólogo catarí no pasará por el aro. El presidente del PSG es considerado en la casa blanca como el principal aliado de la UEFA. La asociación designó a París como la sede de la próxima final de la Champions League, en un gesto que algunos entienden de favor a Al-Khelaifi.

Ambos mandatarios encaran el partido más importante de la temporada. Lo es tanto para el que cuenta 13 Copas de Europa como para el que se empeña en levantar la primera. Y mientras uno seguirá el jueves con la ilusión intacta, el otro deberá empezar a tomar decisiones que tenía previstas para verano.