Gareth Bale no mentía cuando hace unos años tras un partido de su selección sacaba una bandera de Galés en la que se podía leer "Gales, golf y Madrid. En ese orden". El jugador blanco nunca ha ocultado su amor a su equipo nacional y por eso, pese a que nadie no hubiese augurado antes del partido, Austria vivió en sus carnes la irá de la mejor versión del 'Expreso de Cardiff'. Bale anotó un doblete que clasificó a su equipo para la final de la repesca y se jugará a cara o cruz ante el ganador del Escocia-Ucrania el pase al primer Mundial de este país.

Ni una leyenda como Ryan Giggs consiguió elevar a Gales a semejantes cotas y es que los números de Bale con su selección dan para una estatua e incluso un museo. El jugador ha logrado 38 goles y 20 asistencias en 101 partidos con su equipo nacional llevándoles a participar en dos Eurocopas seguidas -una de ellas con semifinal incluida-, así como innumerables méritos como ser el mayor artillero de la selección en toda la historia.

"He estado preparándome los últimos meses para este partido", admitió Bale sobre el duelo ante su compañero Alaba dando forma a sus amenazas para enfado de una buena parte de la afición del Real Madrid. El delantero suma un único gol en la presente temporada con la camiseta blanca, mientras que acumula cinco con su selección. Si juega el próximo partido ante República Checa el martes 29 de marzo, Bale habrá superado en minutos jugados con su selección sobre el club que le paga un salario y no precisamente pequeño.

"Es desagradable y deberían estar avergonzados por todo lo que dijeron", aseveró el jugador sobre las críticas que ha recibido de la prensa española en los últimos años. El jugador, que termina contrato con el Madrid y que no renovará, podría tomar el camino de la retirada después del Mundial de Qatar, tal y como han venido apuntando diversos medios de Gales.

Lo que parece irreconducible es su situación en un Real Madrid que no hace planes con Bale. El jugador, curiosamente, se despidió como personaje relevante de la plantilla en Cardiff en la final de Champions de 2018 anotando un doblete. Ahora contra Austria, en la misma ciudad, repitió la jugada con dos soberanos golazos -el de falta es para verlo una y otra vez- dejando claro que siempre va de cara. "Gales, golf y Madrid. En ese orden". Puro Bale.