Qué bien le ha venido a Marc Márquez la igualdad reinante en MotoGP. El piloto de Cervera firmó una auténtica exhibición en su regreso a la máxima categoría pasando del último puesto al sexto en la carrera de Texas. A lomos de su Honda, el ocho veces campeón del mundo adelantó a 18 pilotos en la pista incluido el vigente campeón Fabio Quartararo. El mensaje es claro y cristalino para todo el mundo: el Rey está de vuelta.

Márquez admitió que esta carrera le ha llenado de confianza para futuros compromisos y que el Mundial no está ni mucho menos imposible. El piloto exigió a Honda mejoras nada más bajarse de la moto y además confesó que su remontada pudo haber sido más grande si no hubiese sufrido dolores en las últimas seis vueltas de carrera. Marc no oculta que tiene ambición y ganas de poner el mundial en su sitio tras dos años de desgobernanza.

Actualmente Márquez suma 21 puntos por los 61 que presenta el líder Enea Bastianini. El italiano es capaz de lo mejor y de lo peor tras haber ganado dos carreras esta temporada y haber pinchado en otras dos con un décimo y otro undécimo puesto. Marc sabe que sus rivales no están nada lejos para la cantidad de carreras que restan y que será una cuestión de tiempo poder alcanzarles siempre y cuando la salud le respete. "He intentado no caerme", reconoció sobre el fin de semana en Texas.

La general nos presenta a unas Suzuki que suman 56 puntos con Alex Rins y 46 con Joan Mir como principales escollos de un Márquez que sueña con igualar los nueve Mundiales de Valentino Rossi. El español sabe que en dos semanas en el Gran Premio de Portugal tendrá la oportunidad de confirmar los buenos presagios. El inicio de la temporada europea con carreras en Jerez y Montmeló debería beneficiarle para ir recortando distancias con sus rivales.

Después de sufrir una gravísima lesión en el húmero hace dos años en Jerez, tras padecer visión doble y estar más tiempo en el suelo que en la pista, la hora del retorno del Rey parece haber llegado. MotoGP tiembla ante el renacer de un Marc Márquez al que muchos descartaron por sus múltiples problemas. Ahora, sin dominador claro, la categoría espera que el jefe vuelva a poner las cosas en su sitio.