Es difícil establecer un punto de partida para lo que le ocurre de un tiempo a esta parte al Barça cada vez que vienen las rondas decisivas de las competiciones europeas. Los culés van a ridículo -o goleada- por año desde que en 2017 el Paris Saint Germain les metió un 4-0 en el Parque de los Príncipes. Aquello fue un aviso que quizá no se tomó en serio porque hubo remontada por 6-1 en la vuelta de los octavos de final con un arbitraje de Aytekin muy comentado, por decirlo de alguna forma.

En la siguiente eliminatoria de aquella Champions, les endosaría un 3-0 en la ida para acabar con la andadura del equipo en la máxima competición europea. En 2018, el conjunto culé pasaría a estar a las órdenes de Ernesto Valverde y no pudieron pasar a semifinales de la Champions tras ir con una ventaja de 4-1 de la ida al Olímpico de Roma. Allí conjunto italiano les endosó un 3-0 con Manolas entrando de lleno en la historia negra del club.

Al año siguiente, en 2019, el equipo vivió otra noche increíblemente rara en su visita a Anfield Road. Tras cosechar un 3-0 favorable en la ida de semifinales, los culés volvieron a tropezar con el fantasma de jugar el partido de vuelta fuera de casa encajando un inolvidable 4-0 con dos jugadores totalmente irrelevantes como Origi y Wijnaldum siendo sus verdugos.

En 2020, en el año de la pandemia y con Quique Setién como nuevo entrenador, el Barcelona sufrió una de las mayores humillaciones de su historia a manos de un Bayern de Múnich sin piedad. Los bávaros les endosaron un impresionante 2-8 en los cuartos de final de la Champions dejando el proyecto del club a la deriva. No mejoraría la cosa al año siguiente, en 2021, cuando un diabólico Mbappé puso su bandera en el Camp Nou para conseguir un triunfo por 1-4 en la casa de todos los culés.

La temporada 2021-22 ha sido la de los mayores ridículos. Fueron goleados en fase de grupos de la Champions hasta en tres ocasiones y todas con el mismo resultado de 3-0. El Bayern perpetró dos de esas goleadas, mientras que el Benfica hizo la tercera. Los portugueses, gracias a esos resultados, mandaron a los azulgrana a una Europa League donde por momentos se vieron capaces de ganarla tras apear por el camino a Nápoles y Galatasaray. Los cuartos de final ante el Eintracht, sin embargo, demostraron que la maldición sigue vigente.

El equipo alemán, que pobló con su afición las gradas del Camp Nou para 25.000 efectivos, llegó a ir ganando por 0-3 en el coliseo culé hasta el tiempo de descuento. Pese a que hubo maquillaje de última hora con los tantos de Busquets y Depay, el Barça escribió otro capítulo negro en sus noches europeas. Xavi Hernández y su efecto están más en entredicho que nunca habiendo cosechado cuatro eliminaciones en apenas 127 días.