El Villarreal llegó a tocar con la palma de la mano un resultado histórico para morir finalmente en la orilla. El equipo de Castellón consiguió igualar la eliminatoria de semifinales endosando un 2-0 al Liverpool en el descanso del partido de vuelta. El 2-0 de Anfield parecía no ser suficiente ante un rival que no dejó de creer en ningún momento consiguiendo esa igualada virtual a través de un gol tempranero de Dia y otro de Coquelín.

En apenas 15 minutos, el decorado cambió por complejo tras unos minutos electrizantes del Liverpool. Los rojos consiguieron abrir la cuenta en el minuto 62 del encuentro y no pararon hasta ver culminada la remontada completa con un tanto de Mané en el 74. A buen seguro que Unai Emery estaría tirándose de los pelos tras ver cómo se le escapaba por la punta de los dedos un sitio reservado a campeones.

El técnico vasco siempre tendrá la duda acerca de lo que sucedió en el vestuario del estadio de La Cerámica. ¿Dio Klopp un magnífico discurso para restaurar la confianza en sus jugadores? Esta será la pregunta que más veces se haga un Emery que se sitió como el niño que juega con los mayores en el colegio y que finalmente se ve obligado a perder por motivos físicos y de desarrollo.

El Liverpool hizo sentir esto a un Villarreal que igualó su mejor resultado en la competición 16 años después de ser apeados por el Arsenal. En esta ocasión no se han quedado tan cerca como en el pasado viéndose superados en el global de la eliminatoria por 2-5.

El Liverpool ya sabe que en la gran final de París le esperará medirse con Real Madrid o Manchester City. Su camino hasta la gran final ha sido un camino de rosas comparado con el resto tras apear a Inter, Benfica y Villarreal. Honores al submarino amarillo en esta edición de la Champions a la que no volverá la próxima temporada.