El Madrid culmina otro acto de brujería en el Bernabéu
El equipo blanco estuvo eliminado durante 178 minutos en la eliminatoria contra el City. Les importó poco para conseguir una remontada histórica
Primero fue el Paris Saint Germain, luego el Chelsea tuvo que vivirlo y finalmente ha sido el Manchester City el que ha culminado una trilogía de gestas totalmente insólitas en el Santiago Bernabéu. Cada una de ellas tuvo una dificultad extrema dejándonos como denominador común el hecho de no rendirse nunca aunque el rival fuese manifiestamente superior. Ancelotti ha hecho buena y ha engrandecido la historia del Real Madrid en la Champions pase lo que pase en la final ante el Liverpool.
Los acontecimientos vividos en el Bernabéu podrían ser calificados como fenómenos paranormales, pero no deja de ser un equipo al que "no le quema el balón en los pies" en los peores momento como dijo Pep Guardiola. Lo vimos en la eliminatoria contra el Paris Saint Germain y cómo en media hora los blancos eran capaces de llevarse el partido por empuje e insistencia personificado en un Benzema que le robó la cartera a Donnarumma para abrir la cuenta. El resto es historia.
En cuartos de final contra el Chelsea, el Madrid parecía necesitar un impulso extra tras imponerse por 1-3 en la ida en Londres. Los blancos se dejaron remontar y vieron cómo el luminoso del Bernabéu llegó a marcar un inaudito 0-3. Poco o nada les importó al equipo de Ancelotti, que lograría forzar la prórroga y certificaría su pase a semifinales en el tiempo extra empujado por un Bernabéu que llevó en volandas al equipo. El Chelsea tuvo un match-ball con un gol anulado a Marcos Alonso que hubiese supuesto el final de la andadura madridista en la Champions.
El siguiente nivel eran una semifinales que se antojaban como poco impresionantes. El City no defraudó en casa logrando marcar cuatro goles, aunque al mismo tiempo concedió tres a favor del Madrid. Los blancos se presentaron en el Bernabéu con el objetivo de remontar un único gol que se convirtió en dos tras el tanto de Mahrez en el minuto 73. Pasaron los minutos y no había manera de crear peligro. Ancelotti se cargó a su mítica CMK (Casemiro, Modric y Kroos) en busca de una verticalidad que no aparecía y Mendy salvó bajo palos un gol que era la sentencia en el minuto 87.
Cuando peor estaban las cosas para los blancos y la gente marchándose a casa, sus dos agitadores de eliminatorias anteriores -Rodrygo y Camavinga- resurgieron para conseguir dos goles en apenas 90 segundos. El daño psicológico hecho al City hizo el resto y en la prórroga Benzema se cocinaba y anotaba el gol definitivo de penalti ante la incredulidad de Guardiola. Hasta el gol de Rodrygo, su equipo había ido por delante en 178 de 180 minutos de la eliminatoria. Pep no lo quiso admitir, pero es evidente que el factor Bernabéu ha sido la clave para que el Madrid alcance otra final de Champions. La quinta en ocho temporadas. Una salvajada.