Será la cuarta Premier League en cinco años para el Manchester City. Es decir, los mejores números de su historia. Coincide esta racha con la llegada de Guardiola a su banquillo en 2016. Desde entonces, el periplo es fabuloso. Sólo en dos ocasiones (Chelsea, en la 2016-2017, y Liverpool, en la 2019-2020) se quedó sin levantar el trofeo. Esta puede ser su cuarta Premier. Igualará, de salir campeón, a Kenny Dalglish, Herbert Champman y Frank Watt. Aún quedan lejos los inalcanzables 13 títulos de Sir Alex Ferguson (gana el City se paga 1.14 a 1).

El City es favorito, no hay duda, ante un Aston Villa que, con Gerrard en el banquillo, puede hacerle un favor histórico a su exequipo y del que es leyenda, el Liverpool (marcan ambos equipos NO se paga 1.7 a 1). Un resbalón del mítico '8' privó a los reds de poder ser campeones en 2014 y el destino le devuelve ahora la opción de llevar el título a Anfield, aunque sea de manera indirecta. De lo que nadie duda es de que el Liverpool, ahora con Klopp, no fallará ante el Wolverhampton en su partido. La emoción estará en el Etihad.

Llegados a este punto, y con un triunfo como frontera para poder conquistar otro título, es el momento de preguntarse si la década prodigiosa del City se debe a su propio crecimiento como club o a la presencia de Guardiola en el banquillo. La inyección de dinero proveniente de Abu Dabi ya supuso dos títulos antes del aterrizaje del técnico de Santpedor. Ocurrió en 2012 con Mancini en el cargo y en 2014 con Pellegrini. Muchos de los mejores jugadores del mundo fueron llegando, antes y ahora, hasta hacer del City un grande de Europa (gana el City al descanso se paga 1.5 a 1).

Con Guardiola esa tendencia se afianzó. El City pasó a ser un equipo de autor y moldeado por un estilo de juego completamente opuesto al tradicional inglés. No sólo llegó el buen juego, también los títulos. La Premier se fue convirtiendo en un premio cada vez más habitual, al igual que algunas copas domésticas. Sin embargo, donde ha pinchado Guardiola y su City es en la Champions. Llegó a la final y también a varias semifinales, pero se le resistió el título. La ilusión por Haaland ha tapado el final de esta temporada, pero la Premier siempre es un objetivo enorme.

Son las dos lecturas que deja un City incuestionablemente pulcro, brillante por momentos, dominador del mejor fútbol inglés de la historia. Un equipo que deja su huella en la Premier, a la espera de lo que suceda en esta última jornada decisiva ante el Aston Villa. Justo lo que no pudo hacer en Europa. Y eso, a ojos de los críticos de Guardiola, es el único argumento al que agarrarse: sin Messi, Pep, nunca fue capaz de conquistar Europa. Esto es así.