Si al orgullo verde les sumas la mejor defensa de liga, el acierto en el tiro para anotar 21 triples, la aparición estelar de jugadores que no tenían entrada VIP para esta fiesta como Horford, Smart o D. White y un parcial de 16-40 en el último cuarto, te da como resultado ganar a los mismísimos Warriors en el inabordable Chase Center, llevarte el primer partido de estas Finales y robar el factor cancha.

Y por encima de todo poner claramente en la mesa la candidatura al título, porque la sensación de superioridad y acierto en ataque, esa defensa que solo Boston sabe hacer y la madurez para saber leer el partido en el momento definitivo, ponen a los Celtics como grandes favoritos para llevarse el anillo 1.57

El partido empezó con la mayor exhibición individual triplista de la historia de las Finales. S. Curry anotaba 6 para un total de 21 puntos, pese a lo cual la ventaja de los Warriors era solo de 4 puntos (32-28). Pero a partir de ahí tendría la ayuda de Wiggins en la anotación, de K. Looney haciendo mucho daño en la pintura para poner una ventaja de 12 puntos al final del tercer cuarto que parecía definitiva, 92-80.

Último cuarto de Boston para la historia

Pero cuando llega la hora de la verdad, a los Celtics les cambia la cara. Da igual si venían de dos series seguidas llegando al séptimo partido, si tenían a varios jugadores tocados o si sus estrellas, Tatum y J. Brown, no estaban haciendo un buen partido.

0-9 de salida en el último cuarto, con J. Brown tirando del carro y partido nuevo. Y ahí es cuando se le bajó la persiana a Golden State, la inesperada aparición de D. White, P. Pritchard y Al Horford acabaron por destrozar las ilusiones de los Warriors, que ya no son los máximos favoritos al anillo 2.38

Mención especial para un Horford que sería el máximo anotador de su equipo con 26 puntos, muchos de ellos en momentos clave, un día antes de cumplir los 36 años. Puede que el Dominicano empiece a postularse como aspirante a MVP de estas Finales 15.0 o puede que sea simplemente el reflejo de un equipo con un orgullo especial, muy motivado y con mucha hambre.