Una avería priva a Carlos Sainz de su segunda victoria consecutiva
Cuarto abandono de la temporada para el español cuando iba lanzado a por el triunfo en Austria. Fernando Alonso también vivió el enésimo problema con Alpine
El Ferrari de Carlos Sainz terminó calcinado en el circuito de Spielberg tras sufrir un problema en el motor a poco menos de 20 vueltas para el final de la carrera austríaca. El madrileño iba como un misil a por su segundo triunfo consecutivo.
El problema tuvo lugar en el momento en que iba a sobrepasar a Max Verstappen gracias a sus ruedas más jóvenes, pero cuando iba en paralelo con el holandés el motor Ferrari dijo basta. El coche empezó a perder aceite y los comisarios tardaron en apagar el fuego que ocasionó la ruptura de la unidad de potencia.
Si todo hubiese transcurrido con normalidad, Sainz habría podido presionar a un Charles Leclerc que terminó rodando lentísimo por problemas en el pedal del acelerador. El español estaba en una situación franca para haber sumado la que hubiese sido su segunda victoria consecutiva tras la conseguida en Silverstone.
El problema de fiabilidad de Ferrari permitió a Lewis Hamilton colarse por tercera carrera consecutiva en el podio, pero el principal rival de Verstappen por el Mundial sigue siendo un Leclerc que está a 38 puntos del piloto de Red Bull. En su caso, la fiabilidad parece un punto a favor para revalidar el título mundial.
Alpine, otra vez contra Alonso
Si Carlos Sainz tuvo un fin de semana complicado, el de Fernando Alonso quizá sea el más apocalíptico que se recuerda. Alpine volvió a fallar al asturiano con todo tipo de contratiempo y aún así consiguió salvar un punto que poco o nada consuela.
El sábado, el asturiano no consiguió competir en la carrera al sprint por culpa de que las baterías eléctricas de su coche no funcionaban. Ni desde el box encontraron la solución obligando a Alonso a salir en la decimonovena en la carrera del domingo.
Alonso supo leer a la perfección la carrera y habría logrado una de las grandes remontadas de toda su carrera deportiva cuando se presentó en novena posición y con ruedas nuevas a falta de 12 vueltas para el final. El problema llegó cuando volvió a pista.
El español se percató que desde su equipo no habían ajustado bien la tuerca de la rueda delantera izquierda obligándole a entrar en el box en la siguiente vuelta a arreglar ese problema. Alonso adelantó cuatro posiciones en las últimas vueltas y se quedó con la sensación de que podría haber obtenido un botín mayor.
"Deberíamos haber peleado por la quinta o la sexta posición", admitió el asturiano en otro evento desafortunado en su contra por parte de su escudería. Alonso, para que no haya ninguna duda, era el segundo piloto más rápido en pista en la última vuelta en carrera únicamente superado por Verstappen.