Kyrie Irving se ganó el cariño y la admiración de los aficionados por sus tremendas actuaciones en las canchas -incluido un inolvidable anillo con Cleveland Cavaliers en 2016- y por su gracia a la hora de hacer anuncios vestido de Uncle Drew. Pepsi consiguió convencerle en su día para encarnar a una figura que hasta tuvo película propia, pero eso eran otros tiempos más felices.

El base empezó a descarrilar cuando quiso separar su camino del de LeBron James. El jugador creía que era más que el baloncestista más importante del siglo XXI rompiendo su sociedad con el alero para fichar por los Boston Celtics en 2017. Aquello fue el principio del fin.

Irving, terraplanista y detective

En una franquicia de tradiciones tan profundas y con la mística ganadora, Irving duró dos telediarios. El jugador empezó a hacer declaraciones fuera de lugar que hicieron que hasta su propia afición se le volviese en contra. Entre otras perlas, el base dijo que la tierra era plana y también que a John Kennedy le asesinaron porque quería acabar con el lobby bancario.

Esas historias hicieron que en Boston echasen el freno en su renovación para el verano de 2019, pese a ser un jugador que tenía unas cuantas presencias en All-Star y en los mejores quintetos de la temporada. Brooklyn sí que le soltó un contratazo de cuatro temporadas por 141 millones de dólares, aunque muchos dicen que la franquicia está muy arrepentida por aquella decisión.

El terror de Brooklyn

En el equipo neoyorquino ha jugado menos del 50% de los partidos posibles por culpa de las lesiones y de sus conspiraciones personales. Se negó a vacunarse, siendo la única estrella de la NBA que tomó esa actitud, contra el COVID-19 y alegó que "había sociedades secretas que están implantando vacunas en un complot para conectar a los negros con un ordenador maestro para un plan de Satanás".

Irving, además, se pasó al Islam en 2021 tras haber sido protestante y haber acudido a la iglesia regularmente con su familia. Muchos dicen que lo hizo tras ver la película Ali de Will Smith, aunque tampoco está probado que sea un gran creyente ya que también dice practicar otras religiones.

El último escándalo de Irving

La última polvareda que ha levantado Irving puede que le cueste su carrera en la NBA a los 30 años de edad. El jugador fue suspendido durante cinco partidos sin sueldo por promocionar la película antisemita 'Hebreos a negros: despierten la América negra'. El jugador se ha disculpado tras inicialmente negarse por ello.

Nike no se ha tragado sus palabras y le ha retirado su patrocinio, mientras que los Nets le han puesto una lista de obligaciones antes de vestir el uniforme de su equipo nuevamente.

Exigen a Irving que se disculpe o condene la película, que done medio millón de dólares a causas contra el odio, que asista a un entrenamiento de sensibilidad y otro antisemita y que finalmente se reúna con líderes de la comunidad judía y con el dueño del equipo Joe Tsai para demostrar que ha entendido el mensaje.