Pelé fue portero... y no una sino hasta cuatro veces
El brasileño era un mago con el balón en los pies, pero tampoco lo hacía nada mal con las manos
Que Pelé es uno de los mejores de toda la historia es algo que acepta todo el mundo. Además, su posición sobre el campo siempre es difícil de descifrar, tanto en el Santos como con la selección brasileña. ¿Era delantero centro? ¿Era mediapunta? Lo cierto es que jugaba donde quería, con libertad total de movimientos en la ofensiva y siempre creando peligro.
Sin embargo, lo que poca gente sabe, es que también fue portero. El futbolista que debutó con 16 años en el fútbol profesional, que ganó tres Mundiales y que anotó más de 1000 goles, llegó a enfundarse los guantes. De hecho, lo hizo hasta en cuatro ocasiones. En Betfair recordamos el que suele ser el episodio más olvidado de la carrera de Pelé.
Las cuatro ocasiones en las que Pelé fue portero
Sucedieron con el Santos FC, el equipo de su vida. Además, fueron muy separadas en el tiempo: 1959, 1964, 1969 y 1973. Eso sí, hay uno que se recuerda por encima del resto cuatro años diferentes, cuatro momentos distintos, del que destaca y se recuerda uno, el segundo.
Pelé jugó por primera vez de portero en 1959. El encuentro era entre el Santos y el Comercial FC (campeonato paulista). Los compañeros de nuestro protagonista ganaban por 4-2 con goles de Pelé, Coutinho, Feijó y Dorval. Fue al final del partido cuando el mejor jugador brasileño de todos los tiempos se enfundó los guantes durante 19 minutos por haber quedado el titular Lalá fuera de combate. No encajó ningún tanto.
Pelé, una araña bajo palos
El 19 de enero de 1964 subió la apuesta. Llegó el momento antes indicado que se convirtió en leyenda. Se disputaba la vuelta de las semifinales de la zona suroeste de la Copa de Brasil, 'O Rei' había marcado un hat-trick. Tras la expulsión de Gilmar, legendario portero del Santos, se enfundó los guantes durante 3 minutos del encuentro. Fue poco, pero a Pelé le dio tiempo a detener dos disparos de gol.
El mundo quedó asombrado, ya que aquella primera vez en 1959 había pasado algo desapercibida. Sin embargo, a sus compañeros no les asombró en absoluto. En varias entrevistas, tanto sus amigos del Santos como los demás internacionales brasileños, aseguraron que Pelé solía entrenar como guardameta y que estaba considerado como uno de los porteros suplentes. Agil, rápido y con potencia en el salto. ¿Podría haber sido profesional bajo palos? Probablemente.