La Premier League y LaLiga Santander son las dos mejores ligas del mundo futbolístico, de eso no cabe ninguna duda. Sin embargo, el trono cada vez está más claro que lo tienen los ingleses. Fútbol vertiginoso, pasión... y mucho músculo económico. Este verano ha sido aún peor si cabe para los españoles. Adiós a Leo Messi y adiós a muchos grandes jugadores que han puesto rumbo a tierras anglosajonas.

La marcha de Cucurella al Brighton por 18 millones es solo el último capítulo. Que un equipo de la talla de las 'gaviotas' tenga la capacidad de pagar esa cláusula de rescisión es, cuanto menos, definitorio. Junior Firpo al Leeds, Rafa Varane al Manchester United... la lista es cada vez más larga. Y es muy complicado encontrar a algún jugador haciendo el camino inverso.

Y lo peor no es eso. La mayoría de los jugadores que cogen un avión rumbo a las islas británicas son muy jóvenes. Es decir, el talento que cría LaLiga Santander lo acaba disfrutando la Premier. Es el caso de Bryan Gil, uno de las grandes esperanzas del fútbol español y que ahora hará las delicias de los aficionados londinenses del Tottenham. Muy atrás queda la época dorada de la competición española... toca espabilar si no quieren perder el tren.