El Barcelona no despierta de la pesadilla. Tras la derrota ante el Rayo Vallecano en Vallecas el club tomó la decisión de destituir a Ronald Koeman... y el interino Sergi Barjuán tampoco ha podido dar con la tecla para que pueda hacer despegar al equipo.

El Alavés ha sido el último en chupar la sangre azulgrana en un fin de semana de Halloween que ha sido terrorífico para el Barcelona. Memphis Depay ha sido el único en conseguir escapar al escalofrío general con su gran golazo, pero el resto de compañeros no pueden decir lo mismo.

Los resultados son como el algodón, no engañan, y explican la situación a la perfección. 16 puntos en 11 encuentros son números que igualan los peores arranques del Barcelona desde que las victorias valen tres puntos (00-01 y 02-03).

Además, el Kun Agüero tuvo que ser hospitalizado por una taquicardia después de haberse afianzado en el equipo titular. Esperemos que no sea nada, pero su marcha fue la guinda de una noche para olvidar en el Camp Nou.

De hecho, tras el golazo de Memphis todo el mundo se las prometía muy felices, pero la alegría duró dos minutos. Llegó Luis Rioja y marcó el empate con un golazo brutal.