El partido ante la Real Sociedad era trampa. El Atlético y el Barcelona habían pinchado, por lo que era una oportunidad clave para el Real Madrid de distanciarse definitivamente al frente de la clasificación de LaLiga Santandeder. Sin embargo, a los 10 minutos, lesión de Benzema. Todo parecía perdido, pero apareció el de siempre esta temporada.

Vinicius Junior, pared con Jovic y gol para adelantar a los blancos. El décimo en Liga. También ha repartido dos asistencias en lo que va de competición doméstica y eso en 1256 minutos. Además, es uno de los futbolistas que más regatea de LaLiga Santander: 3,1 driblings con éxito por partido de media.

El brasileño es vértigo, intensidad, velocidad y electricidad. Esto hace que las defensas rivales tengan que tirar de faltas para frenar a Vinicius. El extremo provoca 2,4 faltas por partido. En Champions League suma otros dos goles más y tres asistencias extra.

Los datos negativos también los ha reducido al mínimo. Pierde 1,8 balones por choque y realiza 2,3 malos controles en ese mismo tiempo. Guarismos muy bajos teniendo en cuenta el rendimiento del brasileño en ataque. En los últimos años el nivel se vislumbraba, pero esta temporada la explosión ha sido brutal.

Con la posible llegada de Mbappé a la vuelta de la esquina, el Real Madrid del futuro tiene muy buena pinta. Todo son elucubraciones, pero si el conjunto blanco sigue por el mismo camino, los títulos aparecen al final de la senda.