El enigma de Kyrgios: ¿qué le pasa?
El australiano solo ha jugado un partido oficial desde octubre de 2022.
Nick Kyrgios se acerca al punto álgido de su temporada: Wimbledon. Ahí es cuando más se motiva el australiano, que el año pasado llegó hasta la final, donde solo le pudo frenar Novak Djokovic.
Kyrgios sabe que en hierba es uno de los tenistas más peligrosos, capaz de ganar a cualquiera y con confianza para llegar muy lejos. Sin embargo, esta temporada, la gira de pasto se presenta muy diferente.
El de Canberra está sufriendo un infierno de año con su rodilla. La semana pasada reapareció en Stuttgart, donde se marchó a casa en primera ronda al perder con el chino Yibing Wu. Ese fue su primer partido desde octubre, cuando perdió en cuartos de final del ATP 500 de Tokio.
Y no terminó bien. No solo perdió contra el chino, sino que dejó muestras de que está muy lejos de su mejor forma. Tantos meses fuera, varios de ellos sin entrenar, han tenido un impacto crítico en el físico del tenista, que no ha podido estar en Halle, donde el año pasado hizo semifinales.
Mucho en juego durante los próximos meses
No poder defender sus puntos en Alemania le ha hecho caer fuera de los 30 mejores del mundo y la historia puede ir a peor si no se recupera próximamente, porque en agosto defiende el título en Washington y los cuartos en Canadá.
¿Y qué ha llevado a Kyrgios a estar así? Las lesiones. El australiano tuvo que pasar por el quirófano para tratarse la rodilla y eso no le ha permitido jugar en todo el año.
Su objetivo es, sin ningún lugar a dudas, estar a tono para Wimbledon, su torneo favorito. Por suerte, no defiende puntos, ya que el All England Club no repartió el año pasado, pero a sus 28 años, las oportunidades para ganar el mejor torneo de hierba del mundo cada vez son más escasas.