El desafío del referéndum catalán
Las encuestas y estadísticas predicen un referéndum muy igualado. Según las casas de apuestas el resultado será...
Referéndum de Cataluña. 1 de Octubre de 2017
Ha comenzado la cuenta atrás para que se celebre el referéndum catalán, ansiado por muchos y denostado por otros, si es que finalmente puede llevarse a cabo. Por el momento, las apuestas confirman la escueta diferencia entre los que están a favor de la independencia y los que se decantan por lo contrario.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha convocado el polémico referéndum de Cataluña para el día 1 de octubre, con la idea de poder celebrarlo pase lo que pase. Y de llevarse a cabo, todo parece indicar que el resultado estaría más que reñido.
Por el momento, las encuestas y estadísticas predicen para el referéndum unos resultados muy igualados, como también lo indican las apuestas; hasta ahora, el sí a la independencia gana por una mínima ventaja y en betfair se paga a 1.2. Mientras que el resultado en contra de la independencia catalana cuenta con una cuota de 3.75.
No obstante, existe el precedente del Brexit, en el que se esperaba una clara respuesta a favor de la permanencia y el resultado final con una mayoría partidaria a abandonar la Unión Europea sorprendió a muchos.
Los antecedentes a lo que pueda suceder el 1 de octubre en Cataluña, se pueden encontrar en la consulta que ya celebró la comunidad catalana el 9 de noviembre de 2014, organizada por el expresidente catalán Artur Mas. Durante aquella votación, el 80,76% de los participantes en la consulta afirmaron que sí estaban a favor de que Cataluña fuera independiente. La cuestión es que la participación de dicha consulta fue baja, sin llegar a superar el 40% de votantes de los casi más de 6.220.000 personas que estaban convocadas a votar.
Otra cuestión importante sobre el 9N en el que ya se preguntaba si Cataluña debería ser un Estado independiente, es que no era vinculante. Incluso el Gobierno de España alertó sobre su vulnerabilidad legal, llegando a ser recurrido ante el Tribunal Constitucional. Todo ello afectó a la escasa participación, pero, sobre todo, el hecho de que el resultado de la votación no fuera a verse materializado.
Por esto, cabe pensar que en el caso de que finalmente se produzca el referéndum catalán el 1 de octubre, la participación sería mucho mayor y quizá podrían movilizarse aquellos votantes del no a la independencia que en su día no ejercieron el voto en el 9N.
Esta misma semana el Parlament dará otro paso al frente en el desafío independentista catalán y aprobará la ley del referéndum de autodeterminación, donde ya queda definido el día en que se proclamará la independencia de Cataluña (4 de octubre) en previsión de que gane el sí. El Gobierno español ya ha advertido de que la norma que regula el referéndum es ilegal y está dispuesto incluso a retirar las urnas.