El gol de Patrick Schick desde el centro del campo, la recuperación de Christian Eriksen, el doblete de Cristiano Ronaldo, el de Romelu Lukaku... La primera jornada de la Eurocopa nos dejó muchos momentos inolvidables y espectaculares y ahora vamos a repasar lo mejor que nos ha dejado la segunda jornada de la fase de grupos.

MEDALLA DE ORO: LA AFICIÓN DEL INGLATERRA-ESCOCIA

En Hungría hubo casi 60.000 espectadores, pero nada en comparación al ambiente que hubo en Wembley para el encuentro entre Inglaterra y Escocia. La rivalidad más vieja de la historia del fútbol reunión a 22.000 personas en Wembley y a muchas más en las calles de Londres. Tanto escoceses como ingleses montaron la fiesta en los alrededores del estadio inglés y no les importó el mal tiempo de la capital británica.

Antes del inicio del partido, los escoceses entonaron el "Flower of Scotland", mientras que los ingleses se dejaron las gargantas con el "God Save the Queen". Además, ambos ovacionaron el gesto de sus jugadores de hincar la rodilla al suelo como símbolo contra el racismo. Pese a la falta de fútbol durante el encuentro, solo el ambiente hizo que mereciera la pena.

MEDALLA DE PLATA: KEVIN DE BRUYNE

Volvió el mejor centrocampista del mundo. Y dejó huella. Entró en el descanso y se inventó una jugada maravillosa, en la que el 99 % de los futbolistas hubieran disparado, para servirle el gol en bandeja a Thorgan Hazard. Pese a jugar con media cara dormida, secuelas de la final de la Champions League donde Antonio Rudiger se lo llevó por delante, De Bruyne volvió a ser el mejor.

Y coronó su partido con un golazo, un disparo con la zurda desde fuera del área que selló el triunfo de Bélgica ante Dinamarca. La Eurocopa es un mejor torneo desde que De Bruyne ha vuelto.

MEDALLA DE BRONCE: ITALIA

Los italianos son, por sensaciones, los claros favoritos a ganar esta Eurocopa. Han jugado dos encuentros y han dejado dos goleadas. 3-0 contra Turquía y 3-0 contra Suiza. La Italia de Mancini carbura, juega bien y divierte. Una rareza en el fútbol actual. Contra Suiza fue un verdadero espectáculo, comandado por un Manuel Locatelli que tras esta Eurocopa parece imposible que sigan en el humilde Sassuolo.

Ahora les queda confirmar lo más difícil, que de verdad son un candidato serio al título, pero, de momento, Italia ha sido de lo más disfrutable de la Eurocopa.