Los 3 mayores escándalos arbitrales de la historia del baloncesto
El mundo de la canasta no ha sido ajeno a múltiples escándalos arbitrales a lo largo de sus más de 100 años de historia.
El baloncesto es uno de los deportes más interpretativos en lo que a arbitraje se refiere. Los colegiados pueden establecer diversos baremos para sancionar las jugadas valiéndose de un criterio que ni mucho menos es uniforme. Hay situaciones en el basket, sin embargo, en las que no cabe la interpretación y que muchas veces se arbitraron de forma deficiente generando una enorme polémica.
A continuación vamos a repasar tres de los mayores escándalos de la historia arbitral del deporte de la canasta. Casualmente en los tres se disputaba una final con un título en juego y el 'robo' tuvo lugar en los últimos segundos del partido, provocando reacciones totalmente inauditas en los implicados.
Final de los Juegos Olímpicos de Múnich 1972: EEUU vs. URSS
Estados Unidos se medía con la Unión Soviética en una final que tenía un enorme trasfondo político por la guerra fría con la carrera espacial en su punto más álgido. Los norteamericanos jamás habían perdido un partido desde que el baloncesto se convirtió en deporte olímpico en 1936 siendo una auténtica superpotencia, pese a no contar con los jugadores de la NBA. La URSS estaba en crecimiento tras haber ganado su primer Mundial de baloncesto en 1967.
El duelo fue a cara de perro y a falta de tres segundos ganaba Estados Unidos por 50-49. La URSS sacó de fondo buscando una canasta para ganar el partido, pero no consiguió su propósito dándose una invasión de campo mientras los norteamericanos se abrazaban. El entrenador soviético reclamó que había pedido tiempo muerto antes de la jugada final y los árbitros accedieron a que tuviesen una segunda oportunidad para incredulidad de todo el mundo.
La URSS optó por un saque en largo que cazó Belov debajo de la canasta para anotar sobre la bocina derrotando por primera vez en la historia a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Los norteamericanos no aparecieron a recoger las medallas de plata, que hoy siguen guardadas en la sede de la FIBA. Tal fue el revuelo que tras el partido se hizo una comisión para aclarar si daban o no validez a la canasta. Venció el sí por tres votos (Cuba, Polonia y Hungría) a dos (Italia y Puerto Rico) en una decisión con un enorme trasfondo político.
Final de la Copa de Europa de 1996: Panathinaikos vs. Barcelona
El Barça buscaba ganar su primera Copa de Europa ante todo un Panathinaikos con Dominique Wilkins y otras superestrellas a bordo. Los culés consiguieron llevar el partido hasta la última posesión perdiendo por 67-66. A cuatro segundos del final, un robo espectacular permitió al escolta José Montero salir al contragolpe e intentar una bandeja sobre la bocina, que fue taponada por el pívot croata Vrankovic.
El tiro de jugador culé ya había tocado el tablero cuando Vrankovic lo taponó siendo esta interceptación una jugada ilegal y canasta de dos puntos automáticamente para el Barça. Ni Reuben Virovnik y Pascal Dorizon, los árbitros de la contienda, quisieron ver una acción que fue reclamada por los culés hasta la extenuación. Esa misma noche, la FIBA estudió el caso, admitió el error, pero el título se marchó para Grecia.
Estos decisiones calentaron a los culés para ser uno de los cabecillas de la futura Euroliga. El germen se puso en esta final y cinco años se fundó la actual competición dando la espalda a los intereses de la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto). El máximo organismo del baloncesto mundial quedó tocado de muerte en el baloncesto de clubes por un escándalo arbitral que les quitó todo tipo de credibilidad.
Final de la Copa del Rey de 2019: Real Madrid vs. Barcelona
El baloncesto había avanzado mucho en el siglo XXI con la implantación del instant-replay para rectificar las decisiones de los árbitros en caso de error. En la Copa del Rey de 2019, que midió a Real Madrid y Barcelona con los blancos como locales, los colegiados tomaron una decisión grotesca declarando tapón ilegal una jugada de Anthony Randolph que en realidad era un rebote defensivo.
La jugada no tenía que haber tenido lugar, puesto que Kyle Kuric salió del campo -algo totalmente ilegal- para recepcionar un balón y asistir a Ante Tomic. El pívot croata hizo un aro pasado que se quedó corto golpeando en el aro y siendo cogido el rebote en el aire por el ala-pívot madridista. El partido iba a terminar ahí hasta que los árbitros dieron canasta por tapón ilegal y, para colmo de males, confirmaron su decisión con el instant-replay cuando era obvio que no debían subir los dos puntos.
El Real Madrid entró en cólera con los aficionados pitando como nunca, gritando contra los árbitros y la organización de la ACB. El resultado no cambió y el Barça se llevó el trofeo. "Que una competición que se ve en 120 países se decida por una situación así, personalmente creo que no es bueno para el baloncesto porque no es un error humano", dijo Pablo Laso tras el partido en la rueda de prensa más acalorada que se le recuerda al técnico vitoriano. El club blanco hasta se planteó abandonar la ACB durante algunas semanas.