El Valencia no consiguió sacar ningún punto ante el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez y consumó su maldición de los lunes. Y eso, teniendo en cuenta que los azulones se han convertido en un rival directo, ha supuesto un golpe por partida doble. Ni siquiera el regreso de una leyenda como Rubén Baraja a los banquillos ha podido hacer reaccionar a unos futbolistas que se asoman peligrosamente al abismo a LaLiga SmartBank.

El Valencia está en descenso y, teniendo en cuenta que el conjunto che solo ha bajado a la segunda categoría del fútbol español en una ocasión, esto sería una auténtica tragedia. Y más con un gol como el de Borja Mayoral, cuando parecía que el partido acabaría en empate. Y es que tras la marcha de Gattuso, nada ha mejorado.

Quique S. Flores y Voro, protagonistas en el único descenso

Curiosamente, Quique Sánchez Flores, entrenador del Getafe que el lunes asestó tan doloroso golpe, era miembro de la plantilla del Valencia que descendió en la temporada 1985-86. Actuó como lateral derecho y no pudo evitar el peor curso de la historia che.

"Es una situación, que ojalá no pase nada. Me siento un valencianista, casi un valenciano. Me han dado un montón de cosas para ser mejor persona y profesional. Estoy 100 % agradecido a esta gente. Como jugador me cuesta decir esto pero me tocó sufrirlo. Lo devolvimos inmediatamente pero fue un trauma", aseguró Quique Sánchez Flores tras el partido, aludiendo a aquella temporada.

Ese equipo también tenía en sus filas a Voro, entrenador del Valencia justo antes de Rubén Baraja. El zaguero era uno de los hombres importantes de Óscar Rubén Valdez primero, entrenador aquel año, y Alfredo Di Stéfano después, que sustituyó al técnico argentino.

Aquella temporada acabó con el Real Madrid campeón de Liga con Butragueño, Hugo Sánchez, Míchel y compañía. El Barcelona y el Athletic quedaron por detrás en ese orden. En descenso, como colista, el Celta. El Hércules fue penúltimo y el tercero por la cola, el Valencia.

25 puntos consiguieron en una liga que era de 18 equipos (cabe recordar que las victorias otorgaban solo dos puntos). Se quedaron solo a una unidad del Cádiz, que se salvó por los pelos. Es cierto que el Valencia solo tardó una temporada en regresar a Primera división, pero aquel año se recuerda como un auténtico infierno para la afición che.

Peores números que en la 85-86

Y los presagios no son los mejores. El Valencia actual lleva, en 22 jornadas, cinco victorias y cinco empates, lo que suponen números peores que los de la temporada 1985-86. Aquel curso, tras 22 partidos, las victorias eran las mismas, pero se habían sumado dos empates más.

El equipo de Baraja tendrá este sábado una nueva oportunidad para salir de la zona de descenso.