Ferrari, ¿crisis antes de la primera carrera de F1 del año?
La Scuderia echó a Mattia Binotto creyendo que su salida resultaría en una revuelta interna positiva para el equipo. Los fallos, en lugar de corregirse, se han acentuado.
Si por algo era conocido Ferrari en la Fórmula 1 era por ser siempre el campeón de invierno, el equipo que mejores sensaciones dejaba en los test, para luego diluirse a lo largo de la temporada. Este año, ni eso ha conseguido la escudería italiana en Bahrein, con una actuación decepcionante a todas luces.
Los incautos que pidieron la cabeza de Mattia Binotto se han encontrado que el remedio a la enfermedad está resultado todavía peor, con un Frederic Vasseur al que la prensa italiana empieza a cuestionar. ¿Le viene grande el cargo al exjefe de Alfa Romeo? A tenor de los resultados, parece que bastante.
Ferrari sigue con los mismos problemas de todos los años. Su coche es rápido a una vuelta -aunque ya no es el que más- y sigue siendo una tortuga en ritmo de carrera. El principal problema del coche viene siendo una degradación de neumáticos que le permite ir a toda mecha muy poco tiempo.
Tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc han señalado que no puede dar el 100% ni por asomo en una tanda larga y que se dedican a la gestión del neumático todo el tiempo en lugar de tirar. Así las cosas, el Ferrari puede ser uno de los mejores coches en clasificación -como ha venido ocurriendo en las últimas temporadas- pero en carrera apunta a decepción.
Lo que ha puesto 'colorao' al equipo de Maranello es que por primera vez en seis años no han sido los 'campeones de invierno', o en otras palabras, el equipo más rápido de los tests. Ese privilegio se lo ha quedado una escudería Red Bull que amenaza con canibalizar el Mundial al haberse alejado todavía más de sus rivales, hasta tal punto de ser rápidos a una vuelta. Si el año pasado Verstappen era capaz de ganar saliendo décimo...
Pintan bastos
Charles Leclerc ha visto cómo su pilotaje agresivo está quedando cada vez más capado ante los defectos de un Ferrari que sigue exactamente en el mismo punto del año pasado. Son rápidos en recta, en curvas de alta velocidad, pero sus neumáticos se desvanecen conforme avanzar las sesiones hasta el punto de rodar al ritmo de coches de media tabla.
Carlos Sainz puede tener más opciones que su compañero al ser un piloto más regular y cerebral, pero tampoco anda para nada satisfecho con el trabajo realizado este invierno y espera cambios. "No es ningún secreto que el Red Bull tiene muy buena pinta. Ya era más rápido que nosotros el año pasado, así que, si han hecho otro paso adelante, será difícil batirles, pero ese es nuestro objetivo, hacer un paso más grande que ellos y estar a su altura", dijo en un ejercicio de realismo.
Un futuro incierto
Ferrari lleva desde 2007 sin ganar un Mundial de Fórmula 1 y parece que esta temporada tampoco tocará. El equipo triunfó por última vez con Kimi Raikkonen y desde entonces han pasado varios campeones del mundo como Fernando Alonso o Sebastian Vettel sin conseguir el éxito.
No cabe duda de que algo de culpa y autocrítica tendrán que hacer en Maranello para sacar el mejor coche posible de aquí a unos meses. El equipo tiene presupuesto de sobra para invertir en progresos, pero qué duda cabe que les falta algo de innovación en diseño para dejar de 'achicharrar' sus gomas.
El equipo rojo sigue siendo una máquina de hacer dinero en la Fórmula 1, pero los nervios se empiezan a apoderar de un conjunto que verá en 2026 cómo llega más competencia con la irrupción de Audi y quién sabe si Porsche. El hecho es que el equipo más laureado de la historia de la Fórmula 1 pasa por horas bajas. Aunque eso es relativo viendo cómo están otros rivales como McLaren o Williams.