La trágica historia de Penny Hardaway, el ídolo de LeBron James
Fue el primero que plantó cara al mismísimo Michael Jordan y el que puso en jaque su trono como el más grande de todos los tiempos. Pero su aventura acabó mal.
Antes de que LeBron James aterrizase en la NBA con el cartel del siguiente 'Michael Jordan', hubo otros muchos que intentaron emular la legendaria carrera de la estrella de los Chicago Bulls. En el imaginario de muchos está la imagen de Kobe Bryant, Vince Carter o Tracy McGrady, pero antes que todos ellos hubo una estrella que brilló con luz propia antes de que las lesiones le apagasen.
Hablamos de Penny Hardaway, inspiración reconocida de LeBron James y cuya carrera en la élite se vino abajo por las lesiones de rodilla. El escolta fue cuatro veces All-Star, elegido en el quinteto ideal de la temporada en dos ocasiones y hasta finalista de la NBA. Pudo cambiar el signo de los tiempos y la carrera de Michael Jordan.
Penny, número tres del Draft de 1993, irrumpió en la NBA más defensiva de todos los tiempos como un soplo de aire fresco ante la retirada de MJ23. Llevaba el dorsal 1 en los Orlando Magic y para muchos era una mezcla de Jordan -por su increíble capacidad para elevarse- y de Magic Johnson -por su visión de juego como acreditan sus 6,5 asistencias en su temporada de novato-.
La NBA vio en Hardaway ese fenómeno mediático capaz de hacer olvidar a un Jordan que se había retirado tras ganar su tercer anillo ante los Phoenix Suns. David Stern preparó una batería de ejercicios de marketing con el joven Hardaway como protagonista. Se vendieron miles de peluches con su imagen 'Lil Penny', fue el primero en promocionar el lanzamiento de la web de la NBA y su camiseta con el número '1' de Orlando era la más vendida.
Hardaway respondía en la pista haciendo una tremenda dupla con Shaquille O'Neal, siendo el equipo más dominante de la Conferencia Este y siendo elegido como All-Star en su segunda temporada en la NBA. Penny se ganó en ese evento todos los focos de una competición que cayó rendida a su nuevo ídolo llamando incluso la atención de un Jordan que tenía curiosidad.
El duelo con Jordan
Una mezcla de ganas de volver, junto a la presión de sus compañeros y la irrupción de Hardaway, hicieron que Jordan anunciase su regreso el 18 de marzo de 1995. MJ tenía ganas de poner las cosas en su sitio y fue de cabeza a verse con Hardaway y los Magic en los Play-Offs de esa temporada.
Por primera vez en la historia, su reinado era puesto en duda al caer eliminados ante un Penny que firmó una serie increíble con promedios de 20 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Recordemos que hacer números en esa NBA era muy complicado.
Con Jordan fuera de la ecuación. tocaba la consagración que era ganar las finales a los vigentes campeones, los Houston Rockets. Orlando no pudo reponerse de la derrota en el primer partido de las finales después de que con tres puntos de ventaja a siete segundos del final su compañero Nick Anderson fallara cuatro tiros libres consecutivos. Los Rockets ganaron ese primer envite y el resto fue un paseo para Olajuwon y sus compañeros.
Hardaway siguió siendo una fuerza temible en la NBA, pero Michael Jordan sacó lo mejor de su repertorio para superarle sistemáticamente año a año hasta su retirada. La marcha de Shaquille O'Neal a los Lakers sumió en una gran depresión a un Penny que empezaba a tener las primeras lesiones importantes en su rodilla, pero que se mantenía por encima de los 20 puntos por partido.
Orlando no fue capaz de capturar ninguna estrella de nivel para acompañarle con la salida del pívot y eso empezó a frustrarle hasta conseguir el traspaso a Phoenix en el año 1999. Allí se unió a Jason Kidd en una dupla que fue extraordinaria mientras estuvo sana, y que fue la que puso contra las cuerdas a los Lakers de Shaquille y Kobe Bryant que esa temporada iniciaron un triplete de títulos -de 2000 a 2002- tras acabar con Hardaway por el camino.
El quirófano le remató
Penny había jugado esas dos últimas temporadas tocado por una lesión de rodilla que se hizo a principios de 1998 y decidió someterse a dos cirugías en la rodilla izquierda que no salieron bien ese verano. Los médicos no fueron supieron arreglar unas dolencias que le dejaron prácticamente cojo el resto de su carrera.
Al año siguiente, jugó cuatro partidos y a partir de ese momento sólo se pudieron ver destellos de un jugador que tuvo siete primeras temporadas de Hall of Fame y siete últimas de don nadie. Al menos LeBron se llevó la experiencia de jugar contra Penny -al que ganó con un balance de 3-2 en sus duelos-, aunque bastante lejos de aquel jugador que le hizo amar la NBA.
"Yo tenía un póster de Penny en mi habitación. A mí y a los chicos jóvenes nos inspiraba muchísimo", dijo en su serie 'The Barbershop'. Hardaway, un tipo bastante discreto mediáticamente y decepcionado por cómo terminó todo, es copropietario de los Memphis Grizzlies -donde ejerce de mentor de Ja Morant, el jugador más espectacular de la NBA- y entrenador de los Memphis Tigers de la NCAA.
En este equipo, Hardaway está consiguiendo grandes resultados hasta tal punto que Larry Brown -campeón de la NBA con Detroit Pistons en 2004 y campeón olímpico con la selección de Estados Unidos- ha decidido ayudarle para conseguir el primer título de NCAA para la ciudad. El proyecto es tan interesante que hasta LeBron James ha señalado que su hijo Bronny -con quien quiere jugar en la NBA antes de retirarse- tiene papeletas para terminar jugando en el equipo de su ídolo juvenil.