Diego Schwartzman está viviendo un infierno. El tenista argentino (30 años) era un referente de la raqueta hasta hace bien poco, sobre todo sobre tierra batida, pero ahora no encuentra la manera de ganar un solo partido. Y ojo, porque no hay lesiones de por medio.

De los últimos 13 partidos que ha disputado, solo ha ganado un choque. Es algo inaudito. Primera ronda tras primera ronda, ha caído hasta el número 38 del ránking y, como siga así, seguirá cuesta abajo y sin freno. Especialmente dura fue su derrota en Buenos Aires, ante su público, en febrero de este año.

Las explicaciones del argentino

"Es difícil encontrar una explicación a este partido y a toda la situación que estoy viviendo. Es una lástima rendir a un nivel tan bajo ante mi público y no poder devolver el cariño y apoyo que me dieron. Lo cierto es que estoy compitiendo a un nivel muy bajo y no sé cuál es el motivo", aseguró tras perder ese partido.

"El caso es que no sé hacia dónde ir, estoy bloqueado. Sigo teniendo buen ranking, pero en estos momentos no sé cómo hacer. Dudo entre si debo parar unos días o si tengo que seguir intentándolo", terminó el peque haciendo referencia a su situación. Y es que es algo inexplicable.

Hay una situación que hace esta situación más sangrante. Y es que en todas esas derrotas que ha sufrido, solo ha ganado dos sets. El resto de encuentros los ha perdido por la vía rápida sin dar problemas a sus rivales. Un jugador que siempre se ha caracterizado por ser un tenista muy correoso.

En su caso, su principal enemigo es ahora la cabeza y no las pelotas. En España también tenemos un caso parecido en la WTA, con Garbiñe Muguruza, que sigue en bucle y no consigue ganar partidos.

Un palmarés envidiable

Diego Schwartzman llegó a ser número 8 del mundo a finales de 2020. Ha ganado cuatro títulos ATP a lo largo de su carrera, el último precisamente en Buenos Aires en 2021. Tres de ellos han sido sobre arcilla y uno sobre pista dura.

En Grand Slams, su mejor ronda son las semifinales en Roland Garros en 2020.