Paula Badosa, del número 2 de la WTA a estar fuera del top 40 en un año
La tenista catalana no ha encontrado la estabilidad en el último año cosechando resultados mediocres.
Si hay un deporte donde suceden cosas totalmente imprevisibles ese es el tenis femenino. En los últimos años hemos asistido a cientos de ejemplos de jugadoras que alcanzan la cúspide y unos meses después caen contra rivales a las que sacan más de 100 puestos en el ranking. España tiene dos claros ejemplos en esta época con Garbiñe Muguruza y Paula Badosa viviendo en una constante montaña rusa.
El caso de la primera ha sido analizado y sobreestudiado hasta la extenuación, mientras que la segunda está empezando a vivir unos síntomas de agotamiento parecidos a los de Garbiñe. Paula Badosa ha arrancado este 2023 de la peor manera posible, convirtiéndose en una tenista incapaz de ganar tres partidos seguidos en los torneos que ha disputado hasta la fecha y como consecuencia perdiendo muchos puestos en el ránking.
Badosa alcanzó el 25 de abril de 2022 la segunda posición del ranking WTA tras lograr unas semifinales en el torneo de Stuttgart. Parecía que era el momento de la catalana de intentar conquistar la cabeza de la tabla, algo que se le complicó por culpa de una lesión en la pierna en el Roland Garros de ese año que le hizo retirarse en tercera ronda.
No semejaba que esos problemas físicos pudiesen afectar a una Badosa que seguía brindando a su parroquia un juego agresivo, con golpes ganadores desde el fondo de pista y un saque contundente. Las cosas, sin embargo, se complicaron tras caer en Wimbledon en cuarta ronda ante la veterana Simona Halep, puesto que a partir de ahí entró en una depresión de la que todavía no ha salido.
Una racha horrorosa
Se retiró en segunda ronda en Toronto por problemas de calambres, no pasó de segunda ronda en el US Open y luego perdió ocho de los últimos 10 partidos que disputó en 2022, quedándose fuera del top-10 cayendo hasta la posición número 13 de la WTA.
En 2023, Badosa tenía el objetivo de empezar bien para no ver desangrarse más en su ranking, pero las cosas no salieron como esperaba. Se perdió el Open de Australia y el Abierto de Abu Dhabi por una lesión abdominal, cayendo ya fuera del top-20. Reapareció y fue incapaz de ganar ningún partido ni en Qatar ni en Dubai: la confirmación de una tendencia terrible.
Así las cosas, la catalana no ha podido defender ni siquiera las semifinales de Stuttgart del año pasado hundiéndose hasta el puesto número 42 de la WTA, su ranking más bajo desde hace dos temporadas. Ahora ha decidido hacer oficial un cambio de entrenador, que será su tercero en apenas 28 meses. Curiosamente coincide con el divorcio entre Garbiñe Muguruza y Conchita Martínez.
Todo patas arriba
Badosa ha decidido dar el timón de su carrera al extenista Joel Canell. El británico, que anteriormente ejercía de representante de la tenista, sustituye a Jorge García. El técnico valenciano elevó su nivel hasta hacerla número 2, pero las desavenencias entre ambos en los últimos tiempos se habían hecho patentes por los malos resultados.
Antes de García, Badosa había trabajado a las órdenes Javier Martí, en el periodo que comprende septiembre de 2020 y agosto de 2021, consiguiendo buenos resultados con unos Juegos Olímpicos en los que soñó con ser medalla. Previamente estuvo entrenando dos años con Xavi Budó. A sus 25 años, la tenista no parece tener muy clara la dirección que debe tomar su carrera con tantos vaivenes.
La joven, además, ha decidido cambiar de staff de prensa, así como de fisioterapeutas en los últimos dos años. El único que no ha perdido su silla en el box de confianza de Badosa es su novio, el modelo y actor cubano Juan Betancourt. El resto de cosas han sido una montaña rusa a la que parece que ahora le toca remontar el vuelo.