El día en el que Osasuna rozó la gloria en la Copa del Rey
Los navarros alcanzaron la final en el torneo del KO en 2005, pero cayeron ante un Real Betis de leyenda.
Osasuna ya ha hecho historia al meterse en la final de la Copa del Rey 2023. Esta será la segunda ocasión en la que los navarros llegan a la ronda final de esta competición. La otra fue en 2005. Pero quieren más.
El 11 de junio de 2005, en el desaparecido estadio Vicente Calderón, se congregaron 55.000 espectadores para ver la gran final entre Osasuna y Real Betis. Ambos equipos llegaban a la cita como la gran oportunidad histórica de hacer algo grande y fueron los verdiblancos los que se llevaron el gato al agua.
Doblas, Melli, Rivas, Juanito, Luis Fernández, Arzu, Marcos Assunçao, Joaquín, Fernando, Edu y Oliveira fueron los 11 héroes béticos que comenzaron el partido sobre el verde. El partido llegó a los minutos finales con empate a uno, con goles de Ricardo Oliveira para el Betis y de Aloisi para Osasuna; pero en el 115, en la prórroga, apareció Dani.
El tanto del ariete verdiblanco hizo estallar a la afición bética, mientras que los rojillos bajaban la cabeza. Los once guerreros que estuvieron a punto de levantar el primer título de la historia de Osasuna fueron: Elía, Clavero, Cruchaga, Josetxo, Unai Expósito, Pablo García, Puñal, Delporte, Valdo, Webó y Chengue Morales.
Aquella temporada, Osasuna dejó por el camino a equipos de la talla del Sevilla o el Atlético de Madrid, además de Castellón, Girona y Getafe. Ahora, y tras eliminar al Athletic Club con un partido sufridísimo en San Mamés, tratarán de conseguir lo que no consiguieron en 2005.
Como curiosidad, aquel año el Real Betis también venció a los leones en semifinales. Antes había podido con el Gramanet, el Mirandés, el Cádiz y el Club Deportivo Alcalá, rivales quizá de menor entidad que los que tuvo que enfrentar Osasuna.
El propio Jagoba Arrasate sabe lo que tiene entre manos y aseguró en la rueda de prensa posterior al empate con el Athletic que tenían que "disfrutar de lo logrado". En la gran final no serán favoritos, pero ya han demostrado que pueden vencer a cualquier rival.