El Mundial de Resistencia, el purgatorio de la Fórmula 1
Muchos pilotos encuentran en este campeonato un lugar donde esperar una oportunidad para regresar al Gran Circo.
Fernando Alonso abrió el camino en 2018 cuando decidió correr el Mundial de Resistencia a los mandos de un Toyota Gazoo, ganando las 24 horas de Le Mans en dos ocasiones, además del campeonato. El asturiano encontró en esta competición el lugar perfecto para mantenerse en forma y para aprender a encarar las carreras como un deporte de equipo.
El asturiano compartió equipo con Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima -precisamente dos expilotos de Fórmula 1- en una experiencia que le sirvió para mejorar su enfoque del mundo del motor. El camino que abrió el asturiano -quien en 2020 volvió a Alpine- lo han empezado a seguir algunos pilotos que se han quedado sin asiento en el Gran Circo.
El nombre más sonado para todo el mundo quizá sea el de Robert Kubica. El polaco es un clásico de la Fórmula 1 que ha competido hasta en siete temporadas distintas, y eso que tuvo un terrible accidente en un rally en 2010 que casi le cuesta la amputación de un brazo.
El piloto, a sus 38 años, está en el equipo Team WRT de la categoría LMP2 y es uno de los favoritos a ganar la edición centenaria de las 24 horas de Le Mans, tras vencer recientemente en las 6 horas de Spa. Su última carrera en Fórmula 1 tuvo lugar en 2021 cuando pilotó el Alfa Romeo. Espera una última oportunidad en la máxima categoría.
Uno de los principales competidores de Kubica en LMP2 es el ruso Daniil Kvyat. El ex de Red Bull y Toro Rosso pilota un Oreca 07, con el que consiguió la pole y una segunda plaza en las 1.000 millas de Sebring. El piloto sueña con que estos buenos resultados reaviven el interés de algún equipo de Fórmula 1.
Kvyat tuvo resultados bastante sorprendentes en su carrera deportiva, registrando hasta un total de tres podios en la Fórmula 1. Curiosamente, en 2016, Red Bull decidió quitarle su asiento a mitad de temporada para dárselo a un Max Verstappen que se ha demostrado como la elección correcta.
Otros nombres menos ilustres y un soñador
Otro que se deja ver en el Mundial de Resistencia es el neozelandés Brendon Hartley. Se trata de otro juguete roto de la factoría de Red Bull, que espera algún atisbo de opciones de volver a la Fórmula 1 tras completar parte de la temporada 2017 y la 2018 al completo. El piloto está con Toyota en la categoría de Hypercar liderando el Mundial.
Al otro lado del muro de Toyota, encontramos a otro nombre familiar como el de Kamui Kobayashi, quien estuvo un lustro en la Fórmula 1 sin conseguir triunfar. El piloto pugna con Yuki Tsunoda por el título de piloto japonés más famoso y esa carta le puede valer para regresar en algún momento al Gran Circo. Fernando Alonso puede dar un buen parte de su talento.
En los mencionados Hypercars, encontramos más pilotos que tuvieron una carrera poco fructífera en la Fórmula 1, como son los casos de Will Stevens -quien ha pasado de pilotar un Caterham a un Porsche- o los dos pilotos de Peugeot personificados en los nombres de Jean-Eric Vergne y de Paul di Resta.
Para terminar, no podemos olvidarnos de un piloto que no está haciendo purgatorio para volver a la Fórmula 1, pero que por su palmarés da lustre a la competición de la Resistencia. Hablamos del excampeón del mundo como Jacques Villenueve, quien con 52 años está pilotando un Vanwall Vandervell de la categoría de los Hypercar. El canadiense tiene el sueño loco de convertirse en el primer campeón que consigue la IndyCar, la Fórmula 1 y ahora el Mundial de Resistencia.