Wimbledon tomó el año pasado una de las decisiones más controvertidas de su historia. Prohibió la participación de tenistas rusos y bielorrusos por la implicación de estos países en la guerra de Ucrania.

Fue una decisión prácticamente sin precedentes, solo comparable a cuando no permitieron a los alemanes jugar tras la Segunda Guerra Mundial. Esto le costó una multa millonaria por parte de la ATP y la WTA, dirigida al All England Club y a la LTA (la federación inglesa) y el no reparto de puntos durante el torneo. El desafío de Wimbledon pudo haber espantado a muchos tenistas para participar, pero lo cierto es que los suculentos premios económicos hicieron que mereciera la pena jugar pese a que no hubiera puntos.

Dos condiciones

Este año, la película va a cambiar. La organización se echó para atrás y permitió que rusos y bielorrusos jueguen. Con dos condiciones. Una, que no hagan mensajes políticos ni apología de la guerra y se comprometan a ello, y dos, que jueguen bajo bandera neutral.

De este modo, los Daniil Medvedev, Karen Khachanov, Andrey Rublev, Aryna Sabalenka y Victoria Azarenka podrán regresar a Wimbledon.

¿Habrá campeón ruso?

Si bien al Reino Unido no le hace demasiada gracia permitir la llegada de rusos y bielorrusos, lo cierto es que la decisión de abrir la mano se tomó, en parte, por las amenazas del circuito. Este aseguró que, si no jugaban los tenistas procedentes de los mencionados países, se retiraría la licencia a los torneos previos a Wimbledon, lo que supondría un mazazo brutal a la economía de la federación británica.

También se deslizó que, en caso de echarse para atrás, la multa que se impuso el año pasado y que superaba el millón de euros, se reduciría a la mitad. Después de que hace un año ganara Wimbledon Elena Rybakina, una tenista nacida en Moscú, pero de nacionalidad kazaja, ahora solo queda comprobar si un jugador ruso es capaz de ganar este año en el All England Club.